PRÓLOGO

        Algunos de nosotros hemos mantenido durante muchos años que hay "aliens" viviendo entre nosotros, disfrazados como humanos normales.

Hay quizá unos pocos indicios que pudieran delatarlos: una poca altura de más, una poca alopecia de más, un destello de piel escamosa, o un poco demasiado talento.

Aunque disfrazado como un músico durante más de cuarenta años, yo he logrado comenzar mi trabajo real inadvertidamente: una investigación en profundidad sobre un tal "ser humano" que se esconde bajo el nombre de Anthony Levin.

Cuando por primera vez me topé con este tipo, de joven, él se parecía demasiado a un músico, vestía camisas a cuadros, y fumaba en pipa, pero ya su pelo empezaba a escasear y mostraba un poco más de habilidad que todos a su alrededor.

Durante años de observación de cerca, me di cuenta de que era un poco demasiado bueno en todo cuanto él hacía: escribir, cróquet, fotografía, bolos, extraños instrumentos con más cuerdas que la mayoría de músicos podrían contar, y juegos de palabras o problemas matemáticos. Incluso creó una gran página web a través de la cual podía dejar mensajes e imágenes a otros "parecidos individuos". Por más que él pudiera parecerse al resto de nosotros, era justo un poco demasiado rápido en registrar las puntuaciones muy por encima de la media. Recuerdo una ocasión en la que yo estaba dándole la primera lección del muy complejo juego asiático del Go, y él olvidó dejarme ganar - qué error.

Tuvimos otro momento extraordinario tocando juntos con simios Bonobos, y aunque él pensaba que yo no me había dado cuenta, pillé al bonobo Panbanisha también superdotado guiñándole a Tony.

Él casi tuvo éxito engatusándonos y pareciendo humano, pero este libro aporta aún más la clara evidencia de que hay en efecto un Alevin viviendo entre nosotros, y yo y muchos otros estamos muy muy agradecidos por esto.

Espero que disfrutéis de este libro tanto como yo, con su ingeniosa inteligencia, su amable humor, extravagantes observaciones, y recuerdos maravillosos.

Otro gran proyecto de mi querido amigo desde hace cuarenta años.

Peter Gabriel, marzo 2016